El Ecoparque de los chinuanos o mejor el Observatorio Ambiental que se construyó pensado para ser un símbolo emblemático de las causas ambientalistas en Córdoba, por conservar la frescura de la vegetación en el centro del pueblo como un pequeño pulmón verde, en un año de nueva administración, sin administración para el mantenimiento, ni dolientes ecológicos pasó a ser un ruinoso y vergonzoso  «peladero» público amorfo donde se conjugan  desorden, abandono y el sin sentido de pertenencia por las causas cívicas, y solo demuestra la incapacidad de gestionar y atender cosas puntuales en la comunidad, que al año cualquier mandatario habría solventado con un solo soplo de buena voluntad.

Queda en el estadio de la CAR-CVS tomar cartas en el asunto, quien fue la entidad que invirtió alrededor de 1 millón de dolares en la obra Observatorio ambiental para que se le obligue a la mandataria a hacerle el riguroso mantenimiento a al Ecoparque, o aplicarles las sanciones ambientales a que haya lugar, tal cual manda la ley, o dejarlo por ver, y permitir que la póliza de garantía que a los sumo debería ser de 6 años, incumpla el tiempo estipulado para garantizar la permanencia de la obra.