¿Traslado del Mercado público de Chinú es una improvisación?… ¿De qué depende?

Recogiendo impresiones sobre la eventual construcción de un nuevo  Mercado  Publico en Chinú, tema en el cual la alcaldesa de ese municipio en días pasados se acercó a los vendedores que ocupan ese espacio por décadas, para tantear la posibilidad de sacar esa plaza de mercado de ese lugar, esgrimiendo que era un espacio insalubrico, […]

De Moises Otjar

28 febrero, 2017

Recogiendo impresiones sobre la eventual construcción de un nuevo  Mercado  Publico en Chinú, tema en el cual la alcaldesa de ese municipio en días pasados se acercó a los vendedores que ocupan ese espacio por décadas, para tantear la posibilidad de sacar esa plaza de mercado de ese lugar, esgrimiendo que era un espacio insalubrico, que no reunía las condiciones necesarias para que siguiera funcionado como tal, (puede que tenga razón en esto), que su desorden violaba el nuevo código de policía, (a lo que recurrió según pude ver en el video) al comandante de policía para que asustara a los vendedores que se encuentran fuera de la edificación, con la posibilidad de aplicárselos), y otras consideraciones de tipo persuasivo que solo se centraron en procedimientos de forma, deja la sensación que se está una vez más delante la típica figura de la  improvisación sobre la marcha, es delicado en esta ocasión ya siendo mandataria esta Alcaldesa, si estamos hablando del tema especial de administrar la planificación del municipio pensando en la gente, y no solamente en un desarrollo  atropellado e insostenible.

Deja inconsistencias e inseguridades esta visita si analizamos su discurso, cuando por un lado habla que les tiene un terreno del municipio (una hectárea del otro lado de la troncal) para este posible traslado,(En este punto sería saludable tocar la seguridad, en el hipotético caso, de quienes se acerquen a comprar, si sabemos que la troncal es vía congestionada, y para ello se tendría que pensar en un puente peatonal)… mientras que de otro lado la funcionaria pide que busquen ellos mismos el terreno y que si lo encuentran se le acerquen hasta su despacho y hablamos.

Es decir nada se tiene concreto como proyecto serio ajustado a estudios rigurosos que indiquen planeamiento objetivo.

Es oportuno recordar por estas improvisaciones el padecimiento a que están expuestos hoy en día los comerciantes de la 37 en Montería, que por ejecutar una obra de infraestructura en la avenida 1ª so pretexto del desarrollo,  fueron lanzados a su suerte, a kilómetros de sus clientes habituales en un edificio aparentemente funcional y moderno donde nadie va a comprar;  por culpa de la falta de  planeamiento, solo les trajo  ruina desilusión (hoy están quebrados sin que nadie los visite por lo apartados que los dejaron y el famoso Mercado de Oriente; así como va en unos años será un elefante blanco más, inservible)

Igualmente por mencionar otro caso, pasaron por ese calvario de ruina y extinción los trabajadores de la 28-29 con 4ª en Montería, quienes fueron lanzados de sus puestos de comidas rápidas y frituras, so pretexto de recuperar el espacio público, al “Parque del Avión” donde solo quedan las casetas como vestigio de la irresponsabilidad inhumana  del Alcalde Correa que los lanzó a su suerte sin buscarles una alternativa real como salvavidas a sus situación laboral.

Y muchos casos más que por la ignorancia de los pobres sacrificados, hoy en día se les volvió la vida pedacitos ante tales arrebatos de desarrollo a la topa tolondra, una situación social  insostenible, propiciada por la consigna oficial equivocada de que cada día trae su afán.(cuando se trabaja sobre la marcha).

El tema de transformar y ubicar el mercado público de Chinú es complicado si se piensa trasladar para otro sitio, y se deberían poner limpiamente las cartas sobre la mesa desde el principio, sobre todo delante las familias que por años han ocupado ese espacio en posesión ininterrumpidamente ejerciendo su trabajado como vendedores o comerciantes, quienes lo más seguro se vean seriamente afectados por este cambio, si se hace sin ninguna planeación previa ajustada a la norma y la ley…

Cualquier socialización debe tocar temas de fondo, como por ejemplo, no ocultar las implicaciones que tocan  derechos fundamentales que propicie detrimento laboral, ya que estos cuentan con una tradición histórica de muchos años en ese lugar, y es de suponer que teniendo posesión del inmueble ininterrumpidamente, aunque supuestamente siga siendo del estado el terreno, (a través de todo este tiempo han cotizado el sitio validándose con ello un trabajo para mantener a sus familias,) lo que los hace acreedores por ley, bien sea a UNA JUSTA INDEMNIZACIÓN mediante un acuerdo entre las partes, o los afectados deberían exigir una RECONVERSIÓN LABORAR que no es otra cosa que una compensación que obliga a los mandatarios a que en este caso la condición económica de los que allí trabajan como vendedores y comerciantes no se desmejore.

 

Dentro del planeamiento normal del municipio, es condición sine qua non  tener en cuenta sobre el proyecto de un nuevo mercado en Chinú:

Ante todo revisar que el POT (Plan de Ordenamiento Territorial) lo contemple, si el que está vigente lo autoriza dentro de su actualización.

Si no está actualizado, el alcalde (esa) debe presentar tal proyecto al Concejo, incluyendo la empresa o persona jurídica que haya sido contratada, si es que el municipio tiene presupuesto para hacerlo, en su defecto pedirle facultades al concejo para que autorice al alcalde (esa) hacer tal inversión presupuestal.

Así las cosas con luz verde dentro de lo legal, comenzar a ejecutar la socialización con la comunidad sobre el POT, Y  quien se encuentre ejecutando el contrato  de actualización del POT está obligado a socializarlo también en el Concejo. Son los trámites a seguir así por encimita…

Sin la aprobación del POT todo estaría fuera de la ley y sería un medida a motu propio impositiva y expuesta a ser demandada.

Esperemos claro, a esos comerciantes del mercado así como a otros pobladores que laboren en la venta de comidas, se les tenga en cuenta ante todo su condición humana familiar y laboral ante un eventual traslado a otro lugar en condiciones dignas y sin el pretexto manido de recuperación del espacio público, porque habría que expropiar a más de uno y romper fachadas de edificaciones fuera de paramento tanto en la zona céntrica como en algunos barrios y zona rurales de Chinú; “o todos en la cama o todos en el suelo”

Hacer ajustes de este tipo en una comunidad como Chinú es delicado y se deben agotar a fondo todos los mecanismos  legales, evitando en lo posible causar detrimento a los más vulnerables, y no es precisamente   con el tira y  jala, apretando con el imperativo que da la investidura del mando y aflojando con la caricia de las promesas, aduciendo que es por su beneficio, si no con un incuestionable servicio a la comunidad y el beneficio real que ampare sus derechos fundamentales.

 

 

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