Será la misma “La Cantaleta” mientras no le «paren bolas a las recomendaciones.

  [dropcap]H[/dropcap]ace más de un año La Corporación CVS en acompañamiento con el Alcalde de pueblo nuevo Córdoba Ovidio Hoyos  y la Oficina Gestión del Riesgo del Departamento de Córdoba, advirtieron del peligro que representaba dentro de una ola invernal “La Cantaleta”, un punto crítico ubicado en un recodo del Rio San Jorge en el […]

De Moises Otjar

7 julio, 2017

 

[dropcap]H[/dropcap]ace más de un año La Corporación CVS en acompañamiento con el Alcalde de pueblo nuevo Córdoba Ovidio Hoyos  y la Oficina Gestión del Riesgo del Departamento de Córdoba, advirtieron del peligro que representaba dentro de una ola invernal “La Cantaleta”, un punto crítico ubicado en un recodo del Rio San Jorge en el corregimiento de Nueva Esperanza; hasta allá llegaron en esa ocasión luego de casi 2 horas de camino desde la cabecera municipal a evaluar el Jarillón construido preventivamente casi un año atrás como barrera de contención,  como ya habían llegado muchas otras veces en años anteriores dentro del historial de este punto de la geografía cordobesa para atender e intentar proteger las más de 800 familias vulnerables que habitan  en la ribera de este rio de esa zona de Pueblo Nuevo; Llegaron también esa vez ante las denuncias de la comunidad porque los Jarillones construidos con gran trabajo y dedicación presentaban  debilitamiento en su estructura ya que seguían sin control  siendo utilizando indebidamente  por ganaderos y agricultores como carretera de sus vehículos y maquinarias pesadas para trasportar  toneladas de productos tanto pecuarios como agrícolas…

En esa ocasión el director de la  corporación ambiental igual que el alcalde en presencia de la comunidad, les insistió de manera reiterada que protegieran dichas obras Jarillones, que denunciaran los infractores, con unas recomendaciones puntuales, especialmente en este punto crítico, y las cuidaran, para que el caudal del río no se metiera por esta boca y siguiera inundando en cada ola invernal sus parcelas, casas y cultivos.

Hoy un año después los mismos personajes en representación de esas autoridades aludidas y en medio del crudo invierno que soporta esa zona rural de Pueblo Nuevo, se desplazaron hasta el mismo lugar, atendiendo nuevamente el llamado de las comunidades adyacentes a la ribera del rio como: Nueva Esperanza, El Porro, Cintura, Café Pisao, el Chipal y el deseo. Aquellas comunidades que bajo la responsabilidad también del alcalde quedaron con el compromiso  de vigilar y cuidar por el bien de ellos mismo, que los finqueros y grandes agricultores no siguieran metiendo sus vehículos pesados por el lomo del Jarillón y usarlo como carretera dañandolos.

Pero a diferencia de aquella vez hace un año, no tan solo fueron a tomar nota y evaluar el terreno para prevenir la catástrofe anunciada, sino a  ser testigos casi mudos e impotentes de la destrucción anunciada de aquellos Jarillones  construidos oportunamente para evitar que la creciente del rio les inundara su zona habitacionales, así como también su despensa agropecuaria que hace parte de su diario vivir.

Esta vez ante el daño hecho, “ya las casi 800 familias comprometidas ante el avance de la ola invernal solo tienen es que desalojar en calidad de damnificados esa zona inundada para salvar lo poco que les queda” Manifestó el Alcalde Hoyos  a este medio.

Así se observa esta triste situación de habitabilidad casi a la intemperie en la que están quedando casi 800 familias de la zona veredal de Pueblo Nuevo Córdoba,  ante la inclemencia del crudo invierno que provocó la ruptura de jarillones ubicados en el punto critico «La Cantaleta» dañados por maquinaria pesada de finqueros inconscientes 

Esta historia no se habría repetido de  haber prevenido la tragedia con solo ser celosos de estas barreras protectoras;  y tanto al alcalde como a la CAR CVS es a ellos que esta vez les queda la inevitable tarea de ser  quienes tengan que servir de voceros directos ante el gobierno departamental y nacional para que se atienda lo que después que pasen las inudaciones podría hacendera a casi  1.000  familias afectadas que hoy están  siendo víctimas de una nueva tragedia en esa zona que ya había sido anunciada por la Corporación CVS en su momento y por el Alcalde Hoyos los cuales responsablemente  instaban a que cuidaran las barreras de protección, o que buscaran a tiempo  una mejor ubicación geográfica para no verse nuevamente enfrentados a esta calamidad por la ruptura de  los jarillones debilitados por el mal uso de los finqueros en uno de los puntos más  críticos como La Cantaleta…

Muchas familias sobreviven a la «pampa» y les toca cocinar en precarias condiciones a la intemperie mientras atienden a sus hijos; sus casas están bajo el agua de las inundaciones  provocadas por el rios San Jorge, a pesar de que la CAR-CVS oportunamente les construyó barreras de contención para evitar que esta tragedia pasara…  

 

Ambiental
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