Eso le pasó a la abogada Jessica Paola Torres, en la tarde del martes 9 de febrero en la Avenida Circunvalar de Montería, entre calles 36 y 37

“El día de hoy me dirigía hacer ejercicio y en el lugar el hombre medio para la motocicleta y me mete la mano entre medio de los dos glúteos hacia bajo de mis partes íntimas, me manosea, a lo que me quedo en shock y me voy en llanto a gritar y pedir ayuda, él arranca la moto y nadie hace nada”

“Vivir en una ciudad pequeña donde ya no puedas ni salir hacer ejercicio, donde un hijo de la gran p*^#%t tenga vigilada para tocar y abusar de ti y quien sabe de cuantas más, hoy siento miedo de volver a salir sola, me siento sucia”

“Llena de impotencia donde te sientes frágil y no puedes hacer nada, que tristeza que este mundo cada día esté lleno de hombres tan enfermos y asquerosos donde lo único que merecen es estar pudriéndose en una cárcel”

La abogada decidió denunciar lo ocurrido para que otras mujeres víctimas de abuso también tengan el valor y no se queden calladas.   “La primera vez que pasó fue hace dos semanas, venía de hacer ejercicio y el mismo hombre me pegó en los glúteos y mi reacción fue decirle a mis compañeras, me pegó, me quedé en shock y el hombre arrancó su moto muy despacio.