Esta situación que alude la información, según se informa, se está presentando en muchos municipio de Colombia, donde se empieza a sonar en los corrillos, como en el municipio de Chinú, Córdoba.

Según se espera en lo sucesivo, Néstor Humberto Martínez, Fiscal General y la Corte suprema de Justicia  que están como una “Cuchilla”, porque al parecer quieren recuperar la dignidad de la justicia, ante el desprestigio de la misma que ya tocó fondo, deberían tener conocimiento de casos puntuales que hoy están   siendo sonados en los banquillos de  las “esquinas” virtuales  por las redes sociales,  porque son tan evidentes y descarados sus protagonistas,  según me informan, que ya se empieza a sentir el rechazo de todo los parroquianos  por el olor nauseabundo que sale de algunas oficinas que administran justicia en pueblos pasivos alejados del centralismo Bogotano.

Ya es tal el hedor putrefacto que se respira en esos antros del delito, que pega en las esquinas y recovecos, volviéndose inaguantable ya hasta en  hospitales y hasta en las panaderías donde se mezcla con el agradable olor a pan fresco.