En un hecho que es casi ya usual y normal en Chinú Córdoba se registró un nuevo atraco  anoche a eso de las 11 pm, al joven Andrés Vergara, a quien los delincuentes que se movilizaban en una motocicleta, le robaron  su celular y la cartera con sus papeles.

El joven expresó a través de su muro en Facebook que fue amenazado con apuñalarlo ante la posible resistencia que puso al atraco. Este nuevo acto delincuencia ocurrió  mientras tranquilamente Andres caminaba por una calle del Barrio “Lavalomo”, a unas cuadras del  comando de la policía, contiguo al parque central  de ese municipio.

Es de anotar que con este atraco se suman muchos más en este municipio, que con frecuencia ocurren, pero que no son reportados por las víctimas ante instancias judiciales, casi siempre por no sentir las garantías necesarias para seguir las investigaciones de rigor que den con los delincuentes, quizás por ser delitos menores que no estén dentro del rango según la ley, que supere determinado monto económico.

Hay que observar también que si bien es cierto que así plantea el aparato judicial las cosas dentro del nivel de importancia criminal, no menos cierto es que también se debe tener en cuenta la víctima como ser humano afectado con el daño físico y psicológico a que se expone su vida cuando se encuentra delante de esta amenaza, para que se valore cada caso y la justicia actué con todo el rigor de la ley en la represión contra el crimen y así poderle brindar la seguridad requerida por las víctimas.

En las calles de Chinú últimamente la seguridad esta «manga por hombro», y ya han habido sonados  casos donde la sangre ha teñido de rojo sus calles por sicariato combinado con atracos. La violencia va en aumento mientras que las medidas que se han tomado por parte de las autoridades municipales son rutinarias y poco efectivas.

Hace pocos días la comunidad estudiantil de un Colegio público de Chinú salió a protestar por la violencia e inseguridad que se está apoderando de su institución educativa, y a la llegada de algunos docentes y alumnos nuevamente a  su sede después de la protesta, fueron amenazados y agredidos por personas extrañas, que podrían tratarse de las mismas que originan tal inseguridad, ante lo cual la policía actuó hasta donde le permiten sus funciones de imponer el orden, y el incidente  no pasó a mayores consecuencias judiciales.